1. Haz una lista de planes
El primer consejo es este: haz una lista con los planes, las actividades o las ideas que tengas en mente que quieras hacer.
Seguramente en muchas ocasiones hayas pensado: “nunca tendré tiempo para hacer esto, o lo otro…”. Y luego llega el momento y no recuerdas aquello que tanto habías anhelado. Así que pon en práctica tu capacidad de planificación y apunta todas aquellas cosas que te apetecen hacer (o te han apetecido hacer alguna vez). Quizás en un momento dado no las quieres, pero nunca se sabe cuándo puede volver ese anhelo.
Lo importante es que desarrolles una lista de ideas (tipo lluvia de ideas), que poco a poco la vayas filtrando por intereses reales, y que finalmente puedas disponer de ella para empezar a poner en práctica tus planes.
2. Organízate
¿Parece un poco contradictorio, no? ¿Marcarse un horario sobre “cómo aprovechar mejor mi tiempo libre”? Pues no lo es tanto; ¿verdad que planificas tu tiempo de trabajo? E incluso, ¿tus vacaciones?
Al final, las vacaciones forman parte del tiempo libre. Así que, te animamos a probarlo. Hazte un horario con las horas que tienes libres durante el día (o durante la semana, todo depende de cada uno/a); de esta forma, podrás visualizar de forma más clara cuánto tiempo libre real tienes y cómo lo puedes distribuir con cada actividad que te interesa, con el objetivo de aprovecharlo al máximo.
¡En la organización está la clave!
3. Despréndete de la pereza
Es una realidad; incluso el hecho de tener tiempo libre, a veces nos da pereza. Aunque, pensándolo bien, quizás es más el hecho de pensar en cosas para “ocupar” ese tiempo lo que nos causa pereza.
4. Propon(te) planes realistas
Hay personas a las que les preguntas: “¿Cómo aprovechar mejor mi tiempo libre?”, y rápidamente se lanzan a hacer una gran lista de cosas o planes en los que podrías invertir tu tiempo libre. Ideas varias, de todo tipo, disparatadas, sencillas… Pero un montón de cosas. Y entonces nos preguntamos: ¿tendría tiempo para hacer todo eso? ¿Realmente quiero saturarme de todas estas cosas (u otras)? Así que, otro consejo importante es el siguiente: márcate planes realistas (en cuanto al tipo de plan, a su frecuencia, etc.).
5. Busca nuevos hobbies, retos o intereses
Busca nuevas metas, actividades, hobbies, intereses… ¡No tengas miedo de explorar!
Además, es muy probable que a raíz de buscar nuevas cosas que te puedan gustar, en campos antes no explorados encuentres alguna motivación nueva (y es probable también, que a su vez, esto te lleve a otras cosas, y a otras…). Así que, investiga, analiza, compara… y aterrizarás en el siguiente tip.
6. Atrévete a probar cosas nuevas
Has buscado cosas nuevas y resulta que… ¡has encontrado algo que te gusta! Tanto si ya tenías actividades que te interesaban, como si no, siempre es una buena opción ampliar horizontes (revitaliza la mente).
Así que, es hora de atreverse con esas nuevas actividades. Pruébalas, motívate con ellas. Y si al final resulta que no eran realmente de tu intereses, no pasa absolutamente nada; habrás aprendido lo que no te gusta, que también tiene su “qué”. Además de que, no hay mejor forma de aprovechar esos minutos u horas al día que tenemos para nosotros/as, que disfrutando de las primeras veces, ¿no crees?
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